Cada persona tiene una debilidad. Hay algunos que se mueren por el fútbol, otros por los coches, otros por las películas de determinados directores y yo tengo el metal. Me gusta todo tipo de música, pero en cuando escucho unos gritos y unas guitarras me vuelvo un poquito más débil.
Por ello, este juego ya me tenía ganado desde el comienzo. Me daba igual que fuera corto, que tuviera malos gráficos, o todos los problemas legales que atravesó para ser publicado. ¡El protagonista tenía una guitarra como arma! Por ello, dudo mucho que sea imparcial a la hora de hacer este análisis, pero procurare ser lo mejor analizador que sea, dejando los fanboyismos a un lado.
Gráficos
El diseño de los personajes y enemigos también está muy cuidado, habiendo cantidad y calidad. Hay tres grupos diferentes, los cuales podríamos separar entre los "trues" (los típicos heavys con melenas, motos y barba), "los góticos" (camisetas a rayas, maquillaje oscuro, órganos siniestros) y los demonios (con un estilo muy sangriento, como la estética death metal). Solo con el arte del juego se podrían hacer portadas para decenas de discos.
El motor gráfico tampoco es muy espectacular, pero gracias a eso la pantalla puede estar llena de enormes enemigos y no sufrir ninguna relentización. Aún así, a primera vista parece más un juego de la generación de los 128 bits que de la actual generación.
Diseño artístico: 80/80
Diseño de escenarios: 80/80
Calidad gráfica: 35/40
Nota final: 195/200
Sonido
El doblaje no se queda atrás, siendo doblado en su versión original por gente como Ozzy Obsbourne, Lemmy Limister, Lita Ford, Rob Halford o Jack Black. Sin duda, los puristas del metal tienen muchas razones para acercarse al juego.
También está doblado al español, destacando la participación de Santiago Segura en el papel protagonista, y es un trabajo más que notable. Es más, casi me aventuraría a decir que entre los actores españoles es el más indicado.
Banda sonora: 100/100
Doblaje: 49/50
Efectos: 46/50
Nota final: 195/200
Argumento
Veremos personajes que de vedad tienen motivos para hacer lo que hacen, ya sea salvar el mundo o destruirlo. A eso contribuyen los geniales momentazos que protagonizan en los momentos más dramáticos, y eso sin olvidar el agradecido sentido del humor que suele haber en todo momento. El argumento no será original, pero al menos está cuidado.
El mundo metalero creado para el juego es toda una delicia, porque si jugáramos en silencio seguramente también tendríamos sensación de jugar a algo relacionado con el heavy metal. Desde enormes estatuas de guitarras, hasta bosques oscuros llenos de detalles, el mundo realmente nos habla, ya que sabremos reconocer "donde viven los buenos" y "donde viven los malos".
Historia: 40/50
Personajes: 25/25
Narrativa: 23/25
Nota final: 88/100
Duración
No se puede decir que sea un juego corto, pues no lo es. Es un pseudo-sandbox, y como tal tiene una gran cantidad de extras: saltos que hacer con el coche, lugares que explorar, misiones extras, carreras, coleccionables, poderes y lugares ocultos...
Pero la chicha, la aventura principal, es corta, pongámosle unas 8 horas. Esas escasas horas son todo un torrente de emociones: veremos espectaculares paisajes, escucharemos música celestial, nos reiremos, lloraremos y decapitaremos a druidas. ¿Pero que pasa cuando salimos de la aventura principal? Por lo general es un coñazo.
Aunque hay algunas misiones extra divertidas (como una en la que alejamos a ligones a base de cabezazos para que un amigo nuestro pueda cortejar a una fémina) la mayoría son muy aburridas, pues se limitan a matar a una oleada de enemigos. Otras, como las carreras, es simplemente activar el turbo una y otra vez. Y buscar dragones, tan simple como descargarte un mapa de internet e ir buscando.
Contenido tiene, pero es como una mujer operada con 150 de pecho: mola que tenga una buena cantidad, pero que no se ponga por poner.
Aventura principal: 47/50
Extras: 12/30
Rejugabilidad: 10/20
Nota final: 69/100
Jugabilidad
Ver esta mezcla de géneros en un juego con una ambientación tan poco común da una buena sensación de frescura, pero solo al comiezo. Al principio será todo sorpresas, ya que pasaremos de decapitar druidas a conducir un coche a toda velocidad mientras un puente se cae, y poco después a dirigir un ejército. Al final del juego, te das cuenta que toca muchos géneros, pero que no profundiza en ellos. De hecho, en cierto modo se agradece que el juego sea corto, ya que de haber durado unas horas más se hubiera hecho cansino.
En modo difícil la cosa cambia, ya que la IA aumenta considerablemente. Ya no bastará con aporrear botones, tendrás que pensar que combo será más adecuado para cada tipo de enemigo, que por otro lado, cada cual tiene unos ataques y unos movimientos bien diferenciados al resto. Deberás pensar bien que estrategia seguir incluso en la más simple de las escaramuzas, y así con todo. Recomiendo jugar en difícil, pues gana bastante en dicho modo.
Sistema de juego: 90/100
Jodidómetro: 35/50
Vicio: 97/100
Diversión: 141/150
Nota final: 363/400
Conclusión: Si te gusta el metal, es tu juego. Es más, aunque no te gusten los videojuegos, debes jugarlo. Y es la polla.
Nota final: 910/1000
Lo mejor:
- Diseño artístico BRUTAL.
- Con toda seguridad, el recopilatorio de metal definitivo.
- Personajes bien definidos, y con voces de calidad.
- El ritmo de la aventura principal es bueno por lo general.
- Las misiones extra tienen una calidad muy mejorable.
- Para sacar todo su potencial es necesario jugar en modo difícil.
Te gustará si te gustó...
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