Si hay una cosa que me gusta de los minijuegos, es que en ellos encuentro propuestas que no veo en los videojuegos comerciales. Esta semana traigo Cave Chaos, un minijuego creado por Nitrome en 2009 que hizo furor entre la muchachada, ya que les recordó que no solo se juega onlain, sino que hay otra forma de jugar mucho más divertida: junto con tus semejantes, físicamente, oyendo sus risas y sobretodo, sus insultos. Aquí link para jugar.
El objetivo de Cave Chaos es el más primario de todos: sobrevivir. El escenario se irá formando a poco a poco, y a su vez irá desapareciendo detrás nuestra, por lo que deberemos estar constantemente en movimiento. No hay botón de ataque, no tendremos inventario, ni nada, simplemente debemos movernos si no queremos morir.
Si lo juegas en solitario verás que algo falla. Te moverás muy lento, los siniestros enemigos te harán la vida imposible y tus pequeños saltos no llegarán a la mayoría de los power-ups. La fustración será constante, y abandonarás a los pocos intentos, murmurando un "que puta mierda de juego". La jugabilidad está pensada para jugar acompañado, y a diferencia de los más modernos videojuegos, solo para jugar en el mismo ordenador. Y no solo en la misma pantalla, sino que además en el mismo teclado, para que los roces con tu compañero de aventuras sean constantes y os molestéis continuamente a la mínima que hagáis un movimiento brusco.
Muchas veces he oído que hasta el peor de los videojuegos puede tener un multijugador entretenido, mientras estés acompañado de gente con la que te lo pases bien. Pero Cave Chaos es diferente. En cualquier otro videojuego cooperativo si te chocas con con tu compañero le molestarás, pero en este le podrás impulsar para dar un doble salto, salvándole de una muerte segura en una situación de peligro. Pero también puede haber un cristal que da muchos puntos, el cual solo se puede alcanzar si tu compañero te impulsa, y lógicamente no lo hará, ya que él también quiere esos puntos. La curiosidad de este sistema de juego reside en que el escenario se cae constantemente, por lo que no hay cabida para estrategias, el más rápido sobrevive y se lleva más puntos, y el más lento muere.
A medida que la aventura avance la cosa se irá complicando, ya que aparecerán suelos pegajosos, enemigos que te empujarán al vacío, caminos múltiples, obstáculos que te aplastarán sin remedio, y demás complicaciones que te harán la vida imposible. No es ni mucho menos un juego fácil, por lo que necesitarás a tu amigo más hábil en el noble arte de las plataformas en 2D que tan populares eran a principios de los 90.
Por todo lo escrito, y por estar lleno de situaciones que hacen que le grite a mi compañero de aventuras cosas como "sigue sin mí", "voy a morir", "mierda, un conejo come-cabezas" y "serás hijo puta, el doble salto era para mi", la nota está clara:
Nota: 9'5/10
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