Hoy traigo un mini-juego creado por i (nombre simple y curioso donde los haya), que despierta en mi una innumerable cantidad de sentimientos. Aquí un link para jugar.
Por historia, formato y sucesos, es fácil comparar a la industria del cine con la de los videojuegos. Con el cine, las primeras películas más que herramientas para contar historias eran meros entretenimientos en los que se hacían continuamente pruebas para ver que tal funcionaba un nuevo invento (El Pong es un buen símil videojueguil). Una vez maduró un poco, empezaron a salir películas con mejor factura técnica y más enfocadas al humor, como las del maestro Charlie Chaplin (las aventuras gráficas). Después salieron muchas películas que se tomaban en serio a si mismas (los Final Fantasy), para por fin, en los 80, salir la primeras películas que parodiaban a otras películas, siendo Aterriza como puedas la mejor película de esta índole. Poco después, llegó el boom de los efectos especiales, habiendo en la actualidad muchas películas que son una simple demostración de buenos efectos especiales en 3D (al igual que en los videojuegos).
Por desgracia, la parodia no es algo muy común en los videojuegos, siendo prácticamente Eat Lead el único videojuego capaz de compararse con la saga Scary Movie en el cine (y por desgracia, también tienen una calidad similar).
Por ello, celebro que juegos como Super Press Space RPG 2009 salgan a la luz, aunque no sea de manera comercial. Como se puede ver, solo el nombre de dicho mini-juego ya es un homenaje al mundillo de los videojuegos: el "Super" de tantos juegos de la época de los 16 bits, el "RPG" de tantas sagas que se han pasado a dicho género, y el "2009", claramente para señalar con el dedo a las sagas deportivas.
El control del juego es simple, de echo, es perfectamente posible completarlo con una mano en las castañas reales mientras apoyas los pies en la mesa del ordenador. Incluso, aunque tengas las dos manos ocupadas, mientras puedas mover algún codo lo puedes completar. ¿Cómo es posible esto? Muy simple: como indica el nombre del título: pulsa el espacio.
Exacto, es como suena. Pulsa el espacio. Con ese botón puedes hacer todas las acciones del juego. "Menuda mierda simplista es esta", pensarás, pero no tanto si lo comparamos con juegos como Heavy Rain. Con un solo botón, en dicho juego puedes abrir un cajón, pensar algo, tomar decisiones, matar, salvar vidas, cambiar pañales, beberte un traguito de whisky... Pero no busquemos un ejemplo tan claro, haré la comparación con todo un Final Fantasy, ni más ni menos. El juego parece hiper-amplio, con todas sus posibilidades, pero al final todo se reduce a hacer lo mismo una y otra vez, pulsando siempre los mismos botones y con la falsa libertad de su árbol de habilidades. Tal vez subes de nivel, tal vez si cambias de espada hace +2 de daño a muertos vivientes, pero esa libertad de la que tanto presumen es falsa, y tú te la has creído.
Lo mejor no es que te hace darte cuenta de esta realidad videojueguil que todos sabemos pero que nos negamos a admitir, sino que nos hace amar más todavía a los videojuegos repetitivos con falsa sensación de libertad. Viva la grotesca cantidad de pokémon feos, viva los combates interminables del Final Fantasy, viva las misiones de mata-mata del GTA, viva los Quick Time Events de los God of War, viva la linealidad de los shooters y viva los argumentos donde el malo es el padre del protagonista, o su hermano, o su peluquero, o su puta madre.
Además de contener en su interior parodias videojueguiles a cascoporro y una verdad videojueguil absoluta, tiene un arte y una música como para quitarse el sombrero. Olé tus huevos (u ovarios) sea quien sea la persona que haya creado semejante obra de arte.
Nota: 9'5/10
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