Sinopsis: Es el cumpleaños de Marge, y Homer, como de costumbre, se olvida, pensando incluso que el cumpleaños que celebraban era el suyo. Apresuradamente, le compra una bola para jugar a los bolos, a pesar de que Marge no le gusten, con el objetivo de que Marge la rechaze y de esa manera usarla él. Ante su sorpresa, Marge acepta la bola solo para chinchar a Homer, y se va a jugar a los bolos. Al principio juega fatal, pero un atractivo seductor francés le enseña, siendo su verdadero objetivo llevársela al huerto. Al final Marge reflexiona y decide quedarse con Homer.
Típico capítulo de la típica serie americana: mujer tiene un marido con multitud de defectos, y conoce a otro hombre más atractivo y que llena sus necesidades. Al final, después de mucho pensar, se queda con su marido, seguramente para cumplir "el pacto que hizo ante Dios". El argumento central de este capítulo no está nada trabajado, siendo un refrito de multitud de series y películas.
Tampoco ayuda el hecho de que Marge sea un personaje incapaz de sostenerse solo. Marge sirve de personaje segundón, ya que básicamente es una mandona que intenta ir de buena. Pero hay algo que salva el capítulo, y con creces: Homer y los niños. Aunque nuevamente tiren de tópicos para llenar sus momentos, consiguen hacer gracia y crítica social al mismo tiempo, algo nada sencillo.
Varios momentos muy graciosos, como "las fases de la depresión" de los niños, la cena "preparada por Homer" o ese Homer impasible al recibir un pelotazo en la cabeza por parte de su hijo, con un diálogo realmente épico:
Bart: -Papá, ¿ni siquiera has dicho mosquis?
Homer: -Oh, perdona. Mosquis.
En definitiva, Marge no cumple como protagonista, pero el resto del episodio cumple con creces.
Mejor frase: (Homer en la cena) ¿Siempre pasa el tiempo tan lento?
Mejor momento: La cena "preparada" por Homer.
Nota: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario