domingo, 19 de agosto de 2012

Crítica cinéfila - Brave

 
La expectación era tan alta, que los días anteriores a ver Brave revisioné algunas de mis películas favoritas de Pixar, y también ví las que no había visto. Con Buscando a Nemo, Up y la saga Toy Story me quedé maravillado por segunda vez, aunque con Cars y Cars 2 quedé algo decepcionado. El currículum de Pixar se compone de 12 películas (13 con Brave), y exceptuando las dos de Cars y en menor medida Bichos, el resto de películas me encantan, considerándolas excelentes la mayoría. Aunque Brave no me ha parecido para nada mala, en cierto modo me ha decepcionado.

Pixar siempre se ha caracterizado por darle una personalidad y una vida a unos mundos aparentemente simples. Ahí tenemos el creíble comportamiento de los juguetes en Toy Story, las expresiones de Wall-E, la forma de desarrollar la vida en el océano de Buscando a Nemo, el negocio de "los sustos" de Monstruos SA... 

 
Brave se sale de estas historias, pareciendo mucho más una película clásica de Disney que una de Pixar. Tiene todos los ingredientes: una princesa, mitología, un malo maloso, magia, moral para niños y canciones. Habrá gente que se quejará por esto, pero que una película sea infantil no es malo.

Lo malo viene cuando vemos que el argumento lo hemos visto mil veces, los personajes son planos como los pechos de Kristen Steward y la magia no tiene ninguna explicación más allá de que hace magia. No nos podemos esperar grandes reflexiones como en Up, momentos dramáticos como en Toy Story 3 o emocionarnos como en Wall-E.


Brave está mucho más enfocado a los niños que a los adultos. Puede parecer obvio, pero es importante remarcarlo teniendo en cuenta las espectativas. Y ojo, una buena película para niños, con una buena cantidad de gags que pueden hacer gracia a niños y a mayores, pero no esperes unos giros de guión impresionantes ni personajes excelentemente trabajados. El final es previsible, el malo (casi inexistente) no produce respeto, los momentos de acción no son creíbles y los cambios de comportamiento son muy bruscos.

Con Brave es todo mucho más sencillo, lo que tenemos es una aventura donde nos enseñan la lecciones de primero de filosofía políticamente correcta. Como la mayoría de clásicos de Disney, vaya.


En el apartado técnico es ejemplar, como de costumbre. Ver los rizitos pelirrojos de Merida moverse gracilmente es un verdadero espectáculo, al igual que el movimiento tan humanizado de cierto oso. La ambientación escocesa, los bellos bosques, el movimiento de las flechas, el fuego... Ídem con el sonido, destacando las canciones interpretadas por Russian Red.

En resumen, para definir a Brave tengo la siguiente frase que tanto se ha repetido desde su estreno: Más Disney que Pixar. ¿Malo? No, en absoluto, por algo El rey león y La bella y la bestia son dos de mis películas favoritas.


Mejor escena: Cuando el rey y todos sus vasallos se quedan atrapados en lo alto de una torre... y tienen que recurrir a medios nada dignos para bajar de ella.

Nota: 6'5/10
__________________________________________________________________________________
Te gustará si te gustó...



No hay comentarios:

Publicar un comentario