Crítica cinéfila - Django desencadenado

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Conclusión:

Crítica de verdad: Tarantino tiene algo que solo tienen unos pocos elegidos en el mundo del cine: un estilo propio. De hecho, por lo general, para referirnos a una película suya, lo más común es calificarla como "estilo Tarantino" que por su ambientación o sus características.

Con este último estreno vuelve a dejar su particular huella: largas conversaciones, música muy bien implementada, personajes estrafalarios, planos secuencia... Pero también a demostrado sus años como director, lo que hace que en esta ocasión también se le puede añadir una fotografía simplemente espectacular, con unos paisajes, un uso de sombras y unos decorados naturales que no tienen nada que envidiar a cualquier otro director con 40 años de experiencia.

Otra cosa que sabe hacer, y muy bien, es sacar lo mejor de los actores con los que trabaja. Puede que haya conseguido un reparto muy bueno (o que las estrellas de Hollywood quieren trabajar con él, que también es posible), pero sin duda sabe sacar lo mejor de ellos: Christoph Waltz hace un trabajo digno de su papel en Malditos Bastardos, Samuel L. Jackson saca a flote toda su carisma y Jamie Foxx hace bien su papel de tipo duro.

Leonardo DiCaprio se merece un párrafo aparte, porque con su trabajo en esta película deja bien confirmado que es un gran actor. Sus días de niño guapo forra-carpetas-de-quiceañeras post-Titanic ya quedaron atrás, tal y como ha demostrado en sus películas desde Gangs of New York. Desde esta película, no ha vuelto a salir en ninguna película mala, siendo algunas verdaderas maravillas como Infiltrados o Sutter Island. Una lástima que se vaya a retirar temporalmente del cine.

Django desencadenado es una gran película, con la cual queda claro que Quentin Tarantino sabe ofrecer una película con su sello personal, pero a la vez ha sabido evolucionar para que la pueda disfrutar un público mucho mayor que Pulp Fiction, por ejemplo.

Por desgracia, cuando parece que la película va a ser una verdadera maravilla, llega un tramo de la película (que curiosamente coincide con el habitual cameo del director) que peca de exagerado y que no se acaba de entender adónde nos quiere llevar. Ojo, un final bien rodado y bien actuado, pero que no le llega ni a la suela de los zapatos al resto de la película.

A pesar de esta último párrafo, tiene un nivel altísimo, tanto, que de haberse entrenado en España el año pasado, hubiera entrado en mi top 10 de las mejores películas del 2012 en un puesto muy alto. Sin duda, junto con La muerte de Jesse James, el mejor western de por lo menos, la última década.

Mejor escena: Sin duda, la cena, auque en realidad se trata de varias escenas. 

Nota: 8'8/10