Yo fui un comprador muy tardío de la primera XBOX. Si no recuerdo mal, la compré alrededor del año 2007, ya que en el Game Stop de mi ciudad querían deshacerse de todo lo que tuvieran de dicha consola. Me planté ahí, y con menos de 70€, me llevé la consola, un par de mandos y casi una decena de juegos. Una gran inversión, no hay duda.
Los juegos multiplataforma que pude probar se veían mucho mejor en la consola de Microsoft, como lo pueden ser Spartan: Total War, Van Helsing o Silent Hill 4 si me refiero a juegos que he probado, pero por desgracia, los juegos exclusivos no me gustaron nada. Sí, se veían mucho mejor, pero no me gustaron nada. ¿Super Monkey Ball? Tosco y complicado de manejar. ¿Hunter: The Reckoning? Aburrido y simple. ¿Halo 2? Una bazofia, no entiendo porque gusta tanto. De los exclusivos que he podido probar, sólo me gustaron 3: Jade Empire, Dead or Alive 3 y el que ahora nos ocupa: Ninja Gaiden.
Como amante absoluto de los beat'em up de los finales de los 80/principios de los 90 y como amante de los hack and slash herederos de la fórmula de Devil May Cry, debo decir que el sistema de combate de este Ninja Gaiden es una jodida maravilla. Es más, diría que no hay forma de mejorarlo. Se puede igualar, pero no superar. Su perfección es tal, que la elevada dificultad que tanto caracteriza al juego no me molesta en absoluto, ya que todas y cada una de las muertes se han causado por mi falta de habilidad.
Por desgracia, en el resto de apartados le falta algo de chispa para llegar a la divinidad videojueguil. Artísticamente algo feo, musicalmente falto de temas memorables, historia típica (aunque tiene algún que otro momento chulo), duración media... Si, gráficamente es una gozada, y la velocidad a la que se mueve es demencial, pero le falta un "algo" que lo haga especial. Uno de esos casos de diamante en bruto.
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