Llega el fin de año, y con él, mi momento favorito del año: hacer listas de lo que más me ha gustado a lo largo del año. Como es costumbre, empiezo mi repaso anual con los videojuegos, y al contrario que en otros años, he jugado a muchas cosas y muy variadas.
Quiero aclarar que aunque no aparezcan en la lista, he jugado a Dead Cells y Death Gambit, pero no los incluyo en la lista porque al ser juegos tan difíciles, apenas he podido profundizar en ellos, por lo que no creo que fuera justo que los comparara con el resto. Eso si, a quien le interesen ambos juegos, que se tire a por ellos de cabeza.
10. Detroit: Become Human
El último experimento narrativo de David Cage es a su vez el más entretenido de sus videojuegos. A nivel técnico es impresionante, y narrativamente es muy interesante, lástima que el exceso de pretensión le impida llegar a un nivel de calidad más alto.
9. Pokemon Let's Go Pikachu/Evee
A primera vista me estaba decepcionando un poco, pues los gráficos son justitos y es un remake muy fiel a Pokémon Amarillo, con todo lo bueno y malo que ello implica. Pero la simple novedad de poder ver los pokemon que rondan la hierba alta le da una dimensión completamente nueva que hacen que me enganche irremediablemente. No será el salto que lleva años pidiendo la saga, pero mantiene el buen nivel.
8. Assassin's Creed Odyssey
Por momentos, innovador y arriesgado. Por otros, una clara demostración de que le falta lo que si tuvo Origins: tiempo de desarrollo. Aunque tanto a nivel mecánico como de progresión es realmente bueno (algo lento en según que momentos), se nota que achaca el problema de querer abarcar tanto terreno, nunca mejor dicho. Representa con éxito toda la Grecia clásica, una puta barbaridad, pero es abrumador. Un poco menos de contenido y más mimo le hubiera coronado en el podio sin ningún problema, pero las prisas de Ubisoft ha jugado en su contra.
7. They Are Billions
Aunque técnicamente todavía no ha salido a la venta la versión completa, sería un pecado que no incluyera este juego en la lista, no en vano le he dedicado la friolera de 68 horas. Y eso que hasta hace bien poco solo habían mapas de supervivencia, cuando saquen la campaña y el resto de contenidos, puede ser un serio candidato a convertirse en el GOTY del año que viene.
6. Marvel's Spiderman
Tiene mérito lo de este juego, porque su diseño se nota caduco y cansino: mapa lleno de puntitos con mini-misiones donde conseguir mini-recompensas. Y el sistema de combate, sin estar mal, se nota en exceso como una copia de lo visto en la saga Batman Arkham. Y aún con eso, se convierte en uno de los juegos del año por dos razones: su guión sorprendentemente bueno, y sobre todo, lo extremadamente divertido que resulta moverse con Spiderman a lo largo de Manhattan. Una demostración de como sin una buena jugabilidad no existe un buen videojuego.
5. The Red Strings Club
Por norma general no me gustan las aventuras gráficas, pues sus puzzles suponen más una mecánica de ensayo y error que de verdadera inteligencia. Pero la gente de Deconstructeam consigue lo que ya logró con su anterior juego: puzzles muy intuitivos, con diversas maneras de ser completados y muy satisfactorios de completar. Pero además, el videojuego se ve acompañado de un guión bestial, posiblemente el mejor de todos los jugos de esta lista. Si te gusta la ciencia ficción y la filosofía, debes jugar a The Red Strings Club.
4. Red Dead Redemption II
Una antes y después en la historia de los videojuegos. A nivel mecánico es jodidamente perfecto, no tanto porque es acojonante lo real y físico que se nota cualquier puto movimento, sino porque es comodísimo de controlar.
¿Entences por qué no está el número 1 en esta lista? Pues básicamente por la misma razón por la que Rockstar nunca me ha terminado de convencer: no saben poner freno. El mundo es gigante, hay muchas misiones, muchos personajes, muchas historias, pero pocos tienen conexión entre si. Dicho de otra manera más fea: relleno. Llevo una partida de más de 25 horas y por lo que sé, me queda más de la mitad para acabarlo. Muy bien juego, pero mal medido.
3. The Banner Saga 3
El final de una saga que puede que no sea la más espectacular a nivel visual ni tampoco tenga las mecánicas más complejas, pero que sabe utilizar su escasez de medios como método para contar una historia épica y llena de personajes para el recuerdo. De esos juegos que me agarran los huevos y no me los suelta hasta que lo acabo. Además, con el aliciente de que hay muchas tomas de decisiones, y al contrario que otros, tienen consecuencias fatales.
2. Gris
Toda una sorpresa que ha llegado casi sin hacer ruido y a final de año, pero que ha resultado ser un clásico instantáneo. Puede que sea corto, fácil y que de la sensación de que es bonito a la vista y poco más, pero nada más alejado de la realidad. La banda sonora es una preciosidad, está plagado de momentos memorables y narrativamente es muy complejo. Habría sido el GOTY sin problema otro año, pero este tiene un rival demasiado potente.
1. God of war
Que decir que no se haya dicho ya. Uno de esos milagros que se dan solo cada varios años, donde se mezcla la narrativa y delicadeza de un juego indie, pero a su misma vez, cuenta con tecnología triple A para lograr un nivel técnico y jugable de primer nivel. A ello hay que sumarle la burrada del famoso plano secuencia continuo, y como resultado tenemos una obra que se recordará sin discusión alguna como una de las obras maestras de la generación.
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