Por una razón u otra, Trivium se ha convertido en uno de los
grupos más famosos y respetados en la actualidad metalera. Sin duda,
dentro de 30 años miraremos atrás y recordaremos a Trivium una de
las más famosas bandas de metal de la época, junto Avenged
Sevenfold, Arch Enemy, Bullet for my Valentine, Killswitch Engage y
compañía.
Por mi parte, la principal razón por la que me gusta este grupo
es “Shogun”, su penúltimo disco, lanzado en 2008. Después de
unos buenos comienzos y hacerse famosos, lograron con “Shogun”
un discazo imprescindible, siendo uno de los mejores en el
Metalcore/Thrash Metal que he podido escuchar.
Por eso mismo, tenían muy difícil sacar otro disco que no solo
mantuviera al excelente nivel de “Shogun”, sino de sus notables
discos anteriores. A eso se le sumaba los problemas internos,
provocando que Travis Smith, batería fundador, abandonara la banda.
Después de buscar un sustituto, encontraron a Nick Augusto,
procedente de bandas como Maruta y Ends of the Earth.
En un principio, no parece que experimenten demasiado con el
sonido. Los temas mostrados antes del lanzamiento del disco dejaban
claro que no cambiaban mucho el estilo, siendo en su mayoría ese
sonido de Metalcore melódico con influencias thrasers con
temas como “In Waves”.
Pero una vez avanza el disco, podemos ver que la incursión del
nuevo batería no es solo para suplantar el hueco que quedaba vacío,
sino que también notaremos influencias del death metal de sus
anteriores grupos en canciones como “Dusk Dismantled”, dándole
una inesperada frescura al disco. Incluso hay cabida para algunos
interludios instrumentales y baladas metaleras.
Pero precisamente esto es un arma de doble filo, ya que las
canciones “típicas de Trivium” pierden un poco de nivel
comparando con las demás, ya que al final se hacen un poco cansinas.
Ya son 6 discos, y a este disco le faltan temas más demoledores, al
estilo de “Dawn of the Sky” en el anterior.
Normalmente los grupos metaleros que se hacen tan famosos
descienden su brutalidad para dar una mayor importancia a las
melodías, pero Trivium lo ha hecho justo al revés. Toda una
declaración de intenciones, sin duda.
En términos técnicos, los integrantes del grupo lo hacen de
maravilla. Los guitarristas cumplen con nota su función de hacer
melodías, el batería hace un genial debut y el cantante mezcla a la
perfección las voces guturales con las voces melódicas.
Conclusión: No es de los mejores de su discografía, tal vez ni
siquiera consiga estar entre lo más destacable en el Metalcore de
este año, pero aún así altamente recomendable si quieres escuchar
algún disco de metal que tenga una calidad asegurada.
Nota: 7’9/10
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