Esta semana toca otro tower-defense, pero no el típico tower-defense como lo pueden ser el Plantas vs. zombies o Kingdom Rush. Nuestro objetivo es evitar que unas oleadas de enemigos lleguen a un punto concreto, como pasa en todos los tower-defense, pero en este la cosa cambia: además de poner torretas, podemos acribillar a tiros a nuestros enemigos. El juego en cuestión es Bunny Flags [link].
Antes de hablar de su jugabilidad y apartados audiovisuales, quiero hacer un inciso a la ambientación del juego. El mundo de Bunny Flags tiene a unos conejitos, los cuales tienen un avanzado sistema de jerarquías militares, y nuestro objetivo consiste en evitar que nuestros enemigos lleguen a una bandera y se la lleven. "¿Y cuales son nuestros enemigos?", te preguntarás. Dedos. Dedos humanos. Nadie sabe como se han separado de las manos, pero ahí están, dispuestos a capturar nuestra bandera. Y ojo, que los dedos tienen pelillos en los nudillos, y hay de distintos tipos, como dedos con un dedal a modo de casco.
Y ojo, que lo extraño no acaba ahí. Nuestros conejos protagonistas no tienen el tamaño normal de un conejo, sino que son tan pequeños que caben en una taza. De hecho, las defensas que utilizan son tazas. También usan material de oficina para fabricar sus defensas.
En mi opinión, esta ambientación es grotesca, pero se agradece esta originalidad entre tantos mundos de fantasía y conflictos yankis vs oriente medio. Además, en cierto modo es gracioso ver como unos conejos se ocultan en tazas y se protegen con libros y lápices.
Nosotros controlaremos a uno de esos conejos, el cual tendrá un fusil para disparar a "los dedos". Al principio, el juego parece el típico shooter isométrico, y encima con un disparo ridiculamente lento. Pero la gracia está en avanzar, porque a medida que vallamos adquiriendo experiencia iremos consiguiendo mejoras, las cuales pueden estar entre hacer más daño con nuestros disparos, correr más rápido, trampas explosivas, nuevos tipos de munición...
Su parte tower-defense cobra más protagonismo una vez superados los primeros niveles, donde el número y fuerza de "los dedos" son demasiado fuertes para nosotros. Hay poca variedad de torretas (o de tazas, si usamos el argot del juego), los cuales varian entre los típicos muros que molestan el camino, francotiradores, relentizadores, inciendiadores y envenenadores. Al igual que las armas, las torretas son muy débiles al principio, y tendremos que ir mejorándolas.
Es precisamente esta necesidad de ir mejorando nuestras armas y torretas la gracia del juego. Las mejoras avanzarán muy poco a poco, por lo que tendremos que decidir si mejoramos nuestras torretas, nuestras armas o todo a la vez. La cantidad de mejoras disponibles es muy alta, y hay una gran diversidad entre mejorar un campo u otro. Por ejemplo, podemos mejorar las armas hasta conseguir la dinamita y luego mejorar las torretas, o simplemente podemos seguir mejorando las armas para conseguir el lanzacohetes.
Bunny Flags es un juego que no hay que juzgar por la primera partida, ya que la primera partida es bastante aburrida por culpa de tus mermadas habilidades. Es cuando has jugado un rato y has mejorado a tu personaje a tu gusto cuando el juego vale la pena.
En duración y modos de juego casi es igual que los videojuegos comerciales, superior en algunos casos. La cantidad de niveles es muy digna, y cada una de ellos tiene unos niveles de dificultad que refuerzan su jugabilidad (además de ser perfectos para conseguir experiencia rápida). Además, hay dos tipos de nivel: defender la bandera y survival, que como su nombre indica, consiste simplemente en sobrevivir.
Gráficamente no está mal, aunque los diseños y escenarios se repiten mucho. Musicalmente está bastante mejor, teniendo unas melodías ciertamente épicas, aunque por desgracia se repiten. Será el típico juego que juegas mientras escuchas algo de música.
Aunque de una forma un poco precaria, Bunny Flags mezcló con acierto el género del tower-defense con la acción más desenfadada de Smash TV, siendo el germen de juegos tan exitosos a día de hoy como Orcs must die! o Duengeon Defenders, que no es poco.
Nota: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario