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MALOS PADRES
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Crítica de verdad: Mis ganas de visionar la gran sorpresa en las nominaciones de los Óscars se ha visto saciada, que no satisfecha. Para resumirla rápidamente, se podría definir como típica rayada mental con un mensaje sobre la dureza de la vida que proviene de alguien que nunca ha tenido verdaderos problemas. Vamos, como el 90% de las películas que vienen con una etiqueta de "cine no comercial", que más bien debería llamarse "teníamos poco presupuesto y nos la hemos apañado como hemos podido".
¿Los personajes aparte de la niña protagonista? Simples y nada carismáticos. ¿El argumento? Sin demasiada chicha y accidentado en la forma de contarlo, por mucho que el mensaje que transmita sea bonito. ¿Escenas memorables? Una, la del final. ¿La cámara? Se mueve sin parar. ¿Las bestias que le dan nombre a la película? Cutres, sin transfondo y no se entiende que papel tienen en la historia.
Si hay que destacar algo, son tres cosas: la música, la escena final, y la actuación de Quvenzhané Wallis, la cual se merece muy merecidamente esa nominación al Óscar a mejor actriz (aunque puestos a ser tiquismiquis, Tom Hollan también se merecería uno por Lo imposible). No es una mala película, pero lo que está claro es que todos los halagos que se está llevando le quedan muy grandes.
Mejor escena: El final, cuando se entiende de una vez adonde nos quiere llevar la película.
Nota: 5'5/10
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