Hace unos pocos días comencé a leer Neuromante, novela escrita por William Gibson, y aunque me está pareciendo muy interesante, tiene un argot tan particular (y supongo que mal traducido) que me cuesta seguir la historia cómodamente. En estos casos, lo normal sería ver la adaptación cinematográfica para aclarar mis dudas, pero al no haberla (aunque si que está en pre-producción) busqué y leí su adaptación a cómic.
La adaptación a este formato ha sido llevado por Tom de Haven y Bruce Jensen, dos nombres completamente desconocidos para mí, pero al parecer tipos famosillos dentro del mundo de los cómics de ciencia ficción.
Aunque Neuromante no sea una novela demasiado larga (poco más de 300 páginas), el cómic es muy corto (49 páginas), lo que provoca que la historia esté más acelerada de lo deseable. No está mal explicada, pero la corta duración de las páginas provoca que los personajes no estén bien desarrollados, y por ello, no quedan bien explicadas sus motivaciones.
La calidad del dibujo es irregular: buen uso del color y muy detallista, pero poca calidad en los cuerpos y los rostros, hasta el punto de confundir mujeres y hombres, lo que le pesa mucho en el resultado final.
Para rematar, únicamente cuentan la mitad de la novela original, dejando un final extremadamente abierto. Me imagino que tendrían preparado una segunda parte que nunca llegó a ser publicada, porque de no ser así el final es demasiado brusco.
Puede que la novela original sea muy difícil de leer, pero recomiendo su lectura mucho más que su adaptación a cómic. El material a explotar era bueno, pero las limitaciones de páginas y la irregularidad en su calidad de dibujo (aún teniendo algunas páginas bastante espectaculares) le pesan demasiado. Una pena.
Nota: 6/10
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