Aunque cueste de creer, no conocía absolutamente nada sobre Los juegos del hambre hasta su estreno en España. Cuando llegó, en la mayoría de blogs la comparaban con la saga Crepúsculo, por lo que simplemente ignoré su presencia. Pero con su éxito, me enteré de su premisa, y me sorprendió que una película de esa temática distópica lo petara tanto. Con la saga literaria no me sorprende tanto, ya que las distopías suelen ser un género que por lo general funciona muy bien en las librerías, pero con el cine nunca había pasado nada similar, como mucho, con V de Vendetta, pero no se acerca ni de lejos al éxito descomunal de Los juegos del hambre.
Al estar enfocada al público adolescente y al tratarse de una película de un presupuesto muy elevado (sin llegar a ser una superproducción, pero casi), me esperaba un uso muy convencional del lenguaje cinematográfico, y me ha sorprendido muy para bien su narración. En lugar de explicarlo todo, dejándolo todo bien mascadito, han preferido centrarse en los personajes y en su visión del mundo injusto en el que viven. No es que sea nada especialmente complejo, pero si que lo es más de lo normal, lo cual es muy de agradecer en el previsible mundo de los blockbusters.
Por desgracia, para ser un blockbuster, no es tan espectacular como cabría esperar. Los efectos especiales se ven muy mal, y es una película del año pasado. Es más, puede que la memoria me juegue una mala pasada, pero juraría que Blade Runner tenía mejores efectos especiales. No hablo de los efectos puramente digitales, como lo pueden ser los monstruos o las máquinas futuristas, que también, sino que efectos que en películas de mucho menor presupuesto ni se notarían, como la multiplicación de extras o los cromas, aquí se notan más de lo que deberían.
A excepción de Jennifer Lawrence y algún que otro secundario, el reparto es completamente desconocido, y debo decir que por lo general cumplen bastante bien. No son el culmen de la interpretación, pero en comparación de otras películas que se dejan casi todo su presupuesto en efectos especiales y en publicidad, tiene un nivel más que digno. Por ejemplo, los novios de la protagonista son mínimamente creíbles, o el resto de "tributos" que van a los juegos tampoco cantan demasiado. Después de haber visto algunas películas como Pacific Rim o El hombre de acero, donde los secundarios tenían un nivel bajísimo comparado con los protagonistas, es muy de agradecer.
El argumento tiene una de cal y otra de arena. Tanto la sociedad opresora como los personajes tienen un transfondo interesante y muy bien presentado, y las situaciones como el amor adolescente se tratan con cierta inteligencia, lo que es muy de agradecer. Por desgracia, en aspectos como la lógica de la tecnología del futuro (¿como es que pueden hacer que un árbol en concreto caiga justo delante de la protagonista?¿como crean esos perros asesinos?) los avances en medicina (ese ungüento milagroso) o en la evolución de los países (llegan a nombrar otro lugar en el que vivir, pero no dicen nada sobre si ese sistema de gobierno es el único del mundo ni el lugar geográfico en que se encuentran) se nota en demasía que han dejado muchas cosas en el saco de "es el futuro, cualquier cosa vale". Eso está bien, pero si lo explican. Tampoco pido una explicación muy compleja, pero con que hubieran dicho algo como "con la fusión de átomos puedo crear estos perros de la nada que irán y comerán al primero que pillen", ya me dicen algo, no se lo sacan de la nada.
Es una pena, porque de base tiene muchos puntos interesantes, pero los fallos que nombro en este último párrafo le hace perder muchos puntos. Si se mejoraran estos puntos, puede mejorar mucho y ser muy interesante, por lo que estaré muy atento a las siguientes entregas, ya que tienen potencial para ser notables, excelentes si las cosas se hacen bien.
Nota: 6'5/10
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