Comienzo nueva sección, la cual consistirá en análisis de cada capítulo de la serie "Philip K. Dick's Electric Dreams". Ya que cada episodio estará basado en un relato del maestro de la ciencia ficción, empezaré con una breve reseña literaria del relato en cuestión, si es que lo he leído.
El relato
"The Hood Maker", o en su traducción al español "El fabricante de capuchas", es un relato de corta duración de apenas complejidad, ya que su corta duración (apenas unas pocas páginas) no se lo permite. Aunque hay algo que es de alabar: con unos pocos párrafos y unas pocas descripciones nos mete en su mundo cyberpunk; sucio y decadente.
La historia nos cuenta como en el futuro unos mutantes telépatas intentan hacerse con el poder del gobierno, y una pequeña resistencia hace lo que puede para evitar la soberanía de dicha especie. Es una lástima, pues el planteamiento daría para una novela compleja, llena de personajes y matices.
En su lugar tenemos una historia con más acción, lleno de persecuciones, policías y malos muy malos que son malos por el placer de ser malos. Es un producto de entretenimiento, y como Philip K. Dick hace uso de una escritura rápida, no da la sensación de ser una historia vacía. Dura justo lo que debe durar para que sea entretenida, pero que tampoco se eche en falta más chicha. No es ninguna maravilla, pero sin duda es una lectura disfrutable.
"El fabricante de capuchas" se puede leer en la recopilación "Cuentos completos II".
La adaptación televisiva
Si querían llamar la atención con el primer capítulo, desde luego lo han conseguido. A pesar de ser televisión y de su recortada duración, no han dejado atrás la falta de ambición. Los decorados se ven llenos de detalles, con una fotografía más propia del cine y llena de planos de gran belleza. No es una superproducción, pero no por ello han rebajado su ambición.
Otro aspecto en el que se nota la gran ambición de la serie es en el guión. Partiendo de un relato que no era demasiado complejo, le han añadido sustancia en prácticamente todo lo que podían añadir. Le han dado profundidad a sus personajes, la sociedad está más detallada y hasta han convertido a uno de los malos malosos del relato en un personaje trágico.
Pero si hay algo que me ha gustado, ha sido la forma de filmar los poderes de la chica protagonista. Lejos de caer en lo fácil y abusar del efecto "pongo cara seria y hago cosas de mis víctimas", han expresado la telepatía de una manera que pocas veces he visto: con empatía. Haciendo uso del montaje, nos dejan claro como el poder que tienen les afecta en su vida, y como tener dicho poder les obliga a tomar decisiones drásticas.
Lejos de quedarse en una simple anécdota visual, la narración hace uso de esas oníricas imágenes para hacer avanzar la historia, incluso jugando con la perspectiva, ya que más de una vez da la sensación de que la acción sucede dentro de la cabeza de alguien con poderes telepáticos. Sin llegar a la brillantez de la reciente "Legión", me ha recordado más de una vez en imaginería cinematográfica.
Para rematar, el reparto cumple a la perfección, rallando un nivel más que notable. Aunque la cara más reconocible es la de Richard Madden (Rob Stark en Juego de tronos), me ha sorprendido muy gratamente el trabajo de Holliday Grainger, logrando ser un personaje muy emocional y poderoso, pero sin caer en la sobreactuación.
Desde luego, sin ser una obra maestra, este primer capítulo de Philip K. Dick's Electric Dreams me ha dejado muy buen sabor de boca. Si continúan con ese nivel de producción, con buenas interpretaciones y sabiendo adaptar la obra de Philip K. Dick al formato televisivo, podemos estar ante una serie con mucho potencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario