Crítica de serie - Juego de tronos (2ª temporada)

La primera temporada de Juego de tronos tenía todo lo que se podría haber pedido en una adaptación de un libro como el que se basa: buenos actores acorde con las descripciones, fiel y coherente, calcado en algunas situaciones respecto al libro, buen vestuario y decorados....

En cierto modo, para la segunda temporada se podría decir que ya tenían el trabajo hecho, ya que como dije en su correspondiente crítica, la primera temporada es una adaptación impagable, tal vez una de las mejores que se ha hecho de libro alguno. Si a eso le añadimos que la venta de los libros se ha disparado, la gran cantidad de merchandising y que en internet aparecen constantemente en memes y tiras cómicas; sólo podía ser bueno para esta serie que tiene toda la pinta de que vaya a contar con 7 temporadas (o incluso más, dada su extensión, no sería de extrañar que partieran los libros en varias temporadas como ya se ha hecho con Harry Potter). 

El aumento en presupuesto ha sido evidente:  mucho uso de croma y ordenador (espectacular la animación de los lobos), actores relativamente famosos en Gran Bretaña (Stephen Dillane, Liam Cunningham, Natalie Dormer), escenas particularmente espectaculares (ese asedio)....

Todo parace bueno, y tal vez para los que no han leído el libro así será, pero para alguien como yo, que lo devoró en pocos días, las cosas no son tan bonitas. Y no, no me refiero a la inclusión de nuevos personajes o a los cambios de edad que ya había en la primera temporada, ya que al fin de al cabo la historia era la misma.

No me molestaría que hubiera cambios si tuvieran sentido, pero algunas escenas no tienen sentido alguno. Por ejemplo, cuando Shae se combierte en la criada de Sansa. En el libro, Cersei le cambia cada poco tiempo las criadas, para evitar que Sansa se hiciera amiga de alguna de ellas, todo lo contrario de lo que pasa en la serie, donde Sansa le cuenta los secretos que no cuenta a nadie. Siguiendo con Shae, Cersei se da cuenta que no es trigo limpio, pero Shae se salva porque la interrumpen. Después, no pasa nada. Según la Cersei del libro, si detectara un peligro como ese, se encargaría de solucionarlo, no lo olvidaría.

Y así, muchos detalles más. Es posible que en esencia la historia sea la misma, pero los cambios desgracian en gran parte lo más maravilloso de los libros: los personajes. En la serie, Cersei y Jaime son básicamente los malos, cuando no es así. Jaime protagoniza un momento totalmente cambiado respecto al libro, con la única intención de hacerle parecer malo. Está claro que no es precisamente un ser cristalino, pero lo maravilloso de Canción de fuego y hielo es que ningún personaje es blanco o negro, simplemente tienen distintos matices de gris.

Aunque destacar estos problemas sería destacar solo lo malo, lo cual no sería para nada justo, ya que también tiene cosas muy buenas, la mayoría heredadas de la anterior temporada. La gran labor de los actores se repite con excelente resultado, aunque por desgracia Lena Headey (Cersei Lannister) sigue sin convencerme, por muy bien que encaje en la descripción del personaje.

Algunos momentos del libro eran muy difíciles de rodar en una pantalla, más si tenemos en cuenta que los medios disponibles para una serie no son ni de lejos los que podrían tener en una película, y se han conseguido rodar con cierta maestría. La escena del asedio a la Fortaleza Roja, a pesar de los cambios, es espectacular, seguramente la mejor de toda la serie.

En definitiva, tiene unos cuantos cambios que no me han termindo de gustar, y más aún sabiendo toda la mandanga que viene en Tormenta de espadas, pero hay que reconocer que el trabajo que han dedicado es encomiable.

Nota: 7'5/10

Lo mejor:

• La puesta en escena es espectacular.
• Algunas escenas (sobre todo las de acción), son dignas de cualquier superproducción de Hollywood.
• Actores muy competentes en la mayoría de los papeles principales (que no son pocos precisamente).
• No se cortan ni un pelo en enseñar sangre, tetas, o todo a la vez.

Lo peor:

• Cambios respecto a la novela, los cuales más allá de enfadar a los lectores, le quitan sentido a los personajes, lo cual es malo aunque fuera una historia original. 

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