Teniendo en cuenta que ya le hice una crítica hace poco a Juego de tronos, su predecesor, poco puedo añadir, ya que la escritura es muy parecida. Y cuando digo que la escritura se parece quiero decir que más que una secuela de Juego de tronos, parece el mismo libro. De hecho, a diferencia de otras sagas literarias, se puede decir que Canción de fuego y hielo es más bien un libro muy largo (y tan largo, si mis cálculos son correctos cuando la saga llegue a su fin tendrá alrededor de 6.000 páginas).
Las virtudes que tanto me gustarón de Juego de tronos siguen estando presentes: un lenguaje exquisito, buen ritmo y sobre todo los personajes. Tanto los ya conocidos como los nuevos desprenden vida, pareciendo personas de verdad. Si no fuera por los dragones, se podría decir perfectamente que esta novela es la vida real.
Además de esas virtudes, hay que señalar que los personajes más carismáticos cada vez lo van siendo más, y los más odiosos cada vez lo van siendo más. Y como en la vida real, un personaje que a mi me encante a otra persona le puede caer muy gordo. Habrán personajes por los que sentiré lástima, pero otra persona celebrará su desgracia. Y lo mejor es que hay personajes para todos los gustos: hombres de honor, aprovechados, mentirosos, grandes guerreros, estrategas, pensadores, rencorosos, listos, tontos, amargados, inocentes...
Conclusión: Más largo aún que el anterior, pero me lo he leído en menos días. Supongo que eso ya demuestra su calidad.
Nota: 9'5/10
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