domingo, 9 de noviembre de 2014

Crítica cinéfila - Interstellar


Lo reconozco: he sido víctima del hype. He sido víctima de todas las campañas de publicidad, he sido un brasas con la gente de mi entorno para que vayan a verla e incluso he ido el mismo día del estreno al cine. Pero en éste caso está más o menos justificado, ya que el nombre que hay detrás de Interstellar es el de Christopher Nolan, director que podrá gustar más o menos, pero es de los pocos que pueden permitirse el lujo de hacer la película que le da la gana con un blockbuster.

La premisa de la película no es nada nuevo: gente viajando por el espacio. La gran influencia que ha dicho tener el propio director es la de 2001: Odisea en el espacio, y aunque en cuestiones de ritmo no tenga nada que ver con la película de Kubrick, si que es evidente que Nolan ha tomado muchas notas en lo referente a que los viajes por el espacio sean lo más realistas posibles; eso sí, con una gran diferencia respecto a 2001: lo va explicando todo.


Ojo, que se vaya explicando no tiene porque ser malo siempre que lo haga bien, como es el caso, el problema viene por otro lado: el centro de la película es el espacio, pero lo que pasa en la Tierra es verdaderamente interesante y se explica poco. Si ésto fuera un blockbuster cualquiera ya se estaría preparando una precuela para explotar este filón, pero no es el caso. Por suerte para nosotros, los defectos (casi) acaban aquí.

Una cosa que nunca se dice lo suficiente es que Nolan es un gran director de actores, y se deja notar en más de una escena especialmente emotiva. Entre los nombres que más destacan del casting encontramos los de Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine y Casey Affleck, y aunque todos lo hacen estupendamente, hay que destacar a Matthew McConaughey, el polémico ganador de la pasada edición de los Oscar, el cual dudo mucho que consiga nominación este año y en mi opinión ahora si que se lo merece (mucha atención a cierta escena en la que simplemente está mirando una pantalla).


Lo más destacable sin duda es el apartado sonoro, con el que es tal vez uno del los mejores trabajos de Hans Zimmer en años. Si muchísimas escenas nos transmiten una tensión absoluta y las vemos extremadamente épicas es solo gracias a su trabajo musical, el cual se ve muy bien acompañado por el contraste que supone los silencios del espacio.

Pero claro, está el final. Ya desde el principio queda claro que no veremos un final cualquiera, y la verdad, me cuesta saber si me ha parecido brillante, normal o malo. Se trata del típico final que divide la película entre la gente que le ha encantado y la gente que lo odia. En mi caso me ha gustado, aunque si que es verdad que me ha parecido poco espectacular en comparación con el resto de la película.

Aún necesito tiempo para procesar bien ese final, pero queda claro que me ha parecido un espectáculo asombrosamente bello. De lo mejor en ciencia ficción de los últimos años.

Por cierto, encarcelamiento, tortura y muerte para la gente que habla sin parar en el cine.

Nota: 8'5/10

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