miércoles, 2 de enero de 2013

Análisis - Castle of Illusion Staring Mickey Mouse


Es una pena que no siempre se aprovechen las licencias en los videojuegos para hacer buenos títulos, ya que se unen dos factores: la calidad del juego en sí, y el cariño que le tenemos a la licencia en la que está basado.

En este caso, tiene uno de los símbolos de la infancia de muchas personas (incluido un servidor): Mickey Mouse. Castle of Illusion es seguramente el primer gran proyecto de Disney en los videojuegos, haciendo que su éxito abriera puertas a otros videojuegos como Aladdin o El rey león, obras maestras de los plataformas 2D se mire donde se mire.


Para empezar, tenemos sus gráficos. Puede que hoy en día no impresionen mucho, pero en su época fueron una auténtica locura. En el momento de su lanzamiento, era sin duda uno de los juegos más impactantes que habían salido hasta el momento.

En el diseño artístico también se marca otro tanto, siendo una auténtica delicia visionar algunos de los escenarios, sobre todo aquel nivel donde vemos un mar de dulces, en mi opinión uno de los más logrados de la Megadrive.

En la música ya falla un poco más, ya que es bastante irregular. Por lo general, las melodías que oiremos serán normalitas, sin llegar a molestar. Pero de repente llega una parte con una música excelente, y luego vuelve a la música normal. Si hubiera mantenido el nivel que consigue en ciertas zonas tendría un apartado sonoro de lujo, pero la irregularidad hace que solo sea aceptable. Una pena, porque hay temas que de verdad valen la pena.


En otros apartados menores como lo son la duración y el argumento, simplemente cumple, aunque también es cierto que a los juegos de esta época no se les exigía casi nada por estos apartados, así que cumple y punto.

Por último, queda destacar la jugabilidad. Es un aspecto muy cuidado, ya que los juegos de plataformas de aquella época solían ser complicados, pero este Castle of Illusion consiguió tener una jugabilidad sencilla para que cualquier público pudiera jugar sin problemas.

Otra cosa a destacar es que coge elementos de muchos juegos, como Megaman, Castlevania o Super Mario, como puede ser los jefes y las fases, algunas de ellas prácticamente calcadas. Esto, más que una falta de ideas, hace que sea un homenaje a dichos juegos, lo que le añade más magia (aún).


Las fases tienen una progresión impropia de la época, empezando por unos niveles sencillitos, donde los enemigos ni te miran, donde todo es de colores alegres y caras sonrientes. Pero una vez que vamos avanzando los escenarios se van haciendo más oscuros y hostiles, haciendo que el último nivel incluso de un poco de miedo.

Pero no es oro todo lo que reluce: la sencillez del juego hace que sea muy sencillo, valga la redundancia. Los enemigos son muy mansos, casi ninguno de ellos te ataca, los jefes también son muy fáciles, siendo el único un pelín complicado el último, y el movimiento de Mickey es muy lento, tanto que casi llega a lentísimo.

Aunque no tiene porque ser malo: la facilidad del juego hace que estemos más atentos a la espectacularidad de los diseños de escenarios, siendo más impresionantes a medida que avanza la aventura.


En definitiva, Castle of Illusion es un plataformas 2D con un nivel visual fantástico, pero tal vez muy sencillo para los gamers más experimentados. Aún así, muy recomendable para los fans del ratón más famoso de la historia. 

NOTA: 8/10

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