jueves, 23 de enero de 2014

Crítica cinéfila - El lobo de Wall Street


Si tuviera que hacer una lista de 5 directores a los que acudiría al cine nada más se estrenaran sus películas, sin duda, uno de ellos sería Matin Scorsese. No será el que mejores efectos especiales tenga, ni el mejor sonido, ni será la que tendrá mejor fotografía. ¿Por qué voy de cabeza al cine entonces? Por que su cine tiene tal calidad, que hay que verlo en las mejores condiciones posibles.

Nos la vendían a El lobo de Wall Street como una tercera parte de esa especie de saga que es Uno de los nuestros y Casino, dos películas que no tienen nada que ver argumentalmente pero si en las formas: estructura de documental sobre un mindungui que asciende rápidamente en diversos mundos laborales, todo con un tono divertido pero sin llegar a ser una comedia. Por si fuera poco, las películas son especialmente largas.

Dicho así, puede impresionar un poco al principio, y no sin razón. El lobo de Wall Street es una película densa, con muchísimos personajes, donde pasan muchas cosas muy rápido y la mayoría de ellas requieren cierta concentración y tiempo para pensar.

Visto así, es un poco perturbador.

La enorme duración de la peli (179 munitazos) no es ningún problema, ya que el ritmo es genial gracias a su agradecidísimo sentido del humor. Ya sea de forma intencionada o no, será muy difícil no tener una sonrisa en gran parte de la película. Sí, puede que sea un humor en apariencia muy básico (gente drogada haciendo locuras), pero tiene la gran virtud de que mientras nos reímos con esas escenas, pensamos en lo que ha pasado, como ha pasado y en lo que nos quieren transmitir con ello.

Está claro que hacer actuaciones destables es mucho más fácil si los personajes están bien escritos en el guión, pero ello no quita que el trabajo actoral sea más que notable. Empezando por un Leonardo DiCaprio enorme que vuelve a superarse a si mismo (¿cuántas veces lo ha hecho ya?), se le suma un sorprendente Jonah Hill, a Matthew McConaughey haciendo un breve pero intenso papel (curioso lo de este hombre, ha pasado de ser un actorucho guapete a ser uno de los más solicitados de Hollywood), a una hasta ahora desconocida Margot Robbie, e incluso a Rob Reiner, director de la fantástica La princesa prometida.


Podrán gustarme más o menos estos actores, pero lo que es indiscutible es que Martin Scorsese los sabe dirigir a la perfección para que saquen lo mejor de si mismos. Es más, DiCaprio no era un actor especialmente talentoso, y tras trabajar con el susodicho director en Gangs of New York, su carrera no ha hecho otra cosa que ir a más.

El lobo de Wall Street es emocionante, compleja, bien rodada, notablemente actuada, genialmente escrita, tiene un ritmo maravilloso y cinematográficamente hablando tiene unos valores altísimos. ¿De lo mejor que ha hecho el director de las cejas más pobladas de Hollywood? No he visto todas sus películas, y aun es pronto para apuntar tan alto. De lo que no cabe duda es que es una grandísima película, solo el tiempo dirá hasta que punto.

Nota: 8'8/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario