Hay tres cosas que pueden hacer que un juego decente me parezca una maravilla: la música (Brütal Lgend), la narración y/o el argumento (Bioshock Infinite, Fibrillation) y el sistema de combate (Urban Reing). Pero si un juego no solo tiene extremadamente bien cuidados estos apartados, sino que también cuida al milímetro otros apartados como los gráficos, la duración y demás chorraditas, el juego me parece una auténtica locura.
Como se podrá suponer, DmC entra dentro de este grupo. Era el primero que criticaba esta nueva versión del matademonios, pero que gustazo da equivocarse de esta forma. Aquí un enlace al análisis en el que me deshago en alagos al susodicho.
El combate aéreo me parece el mejor que se ha hecho nunca en el noble arte de repartir mamporros videojueguiles. Así de simple. |
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