miércoles, 19 de noviembre de 2014

Crítica literaria - El prestigio


The Prestige, El truco final en España, no solo es una de mis películas favoritas de Christopher Nolan, sino de toda la historia del cine. Ya que estaba basada en un libro de Christopher Priest, autor que también había escrito el guión eXistenZ, otra peli que me encanta, me decidí a leer El prestigio, aunque dudaba mucho que me fuera a gustar tanto como la película protagonizada por Hugh Jackman y Christian Bale, ya que me había gustado mucho.

El prestigio narra la rivalidad entre dos famosos magos de finales del siglo XIX, aunque lo hace de una manera ciertamente particular, ya que una gran parte de la historia serán diarios leídos por sus bisnietos casi 100 años después, con todo el cambio tecnológico que ello supone.


La novela tiene tres grandes aciertos: el primero es que sabe jugar con la estructura literaria, cambiando de una narración en primera persona a un diario o a unas memorias con una naturalidad pasmosa dependiendo como lo requiera el personaje y el momento de la historia. El segundo acierto reside en la grandísima capacidad de Christopher Priest para cambiar de personaje, lo cual se deja notar tanto en la forma de escribir como en la época en la que es escrito. Para que se me entienda: no es lo mismo que el protagonista sea alguien de ésta época, que conoce la electricidad y es mucho menos educado que un inglés de finales del siglo XIX.

El tercer acierto, y ahí está el que es el mayor logro de El prestigio en mi opinión, está en como logra darle la vuelta a una misma historia cuando es narrada por dos personajes distintos. ¿Cuál de los dos miente? ¿Mienten por alguna razón en particular? ¿Lo hacen con malicia? ¿Simplemente será que los recuerdos le juegan una mala pasada?


A pesar de que la novela es considerablemente larga (463 páginas), se hace muy amena, ya que a pesar de haber visto la película, Christopher Priest logra hacer que la historia sea muy interesante en todo momento, muy ameno de leer y sin extenderse más de lo necesario.

El prestigio me ha parecido una obra genial, a la que no le falta ni le sobra nada. Trepidante, mágica (je), hipnótica... todo tipo de adjetivos halagadores se le quedan cortos. Y si ya has visto la película, puedes estar tranquilo, tanto el final como la propia narración se diferencian bastante del film de Nolan.

Nota: 9/10

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