sábado, 21 de julio de 2012

Análisis - Elevator Action Returns


Recreativos. Los afortunados que hemos vivido esa maravillosa época sabemos de la magia que desprendían esos mágicos locales. Desgraciadamente, una de las cosas que la nueva generación de videojugadores está olvidando es la dificultad de un videojuego, donde debías aprenderte de memoria complicadas combinaciones de botones para no morder el polvo al minuto uno. Ese era el pan de cada día en las recreativas, donde debías ser todo un experto para aprovechar al máximo la moneda que te has gastado.

Pero de vez en cuando encontrabas un juego que no tenía unas combinaciones larguísimas, tenía cierta complejidad, no era exageradamente difícil y además era divertido. El tiempo ha recordado sobre todo las recreativas de SNK, Capcom y Konami, pero por desgracia otros juegos de otras compañías menos famosas prácticamente no son recordados a día de hoy, y hoy vengo a acabar con esta injusticia analizando a Elevator Action Returns.


Gráficos
En el apartado gráfico se muestra muy solvente, gracias a la calidad de sus animaciones y a la gran diversidad de enemigos y escenarios. Es todo un orgasmo pixelado ver como un enemigo se saca una escopeta de la gabardina con una mega-molona animación creada a tal efecto. Eso sí, en calidad gráfica 2D no le llega al nivelazo que había en esa época con la Neo Geo de SNK y la CPS-2 de Capcom, pero aún así tiene un buen nivel.


Hay detallitos en los que se nota el gran trabajo puesto en su faceta artística: graffitis, parajes derruidos, el movimiento de los decorados...

Diseño artístico: 74/80
Diseño de escenarios: 79/80
Calidad gráfica: 33/40
Nota: 186/200


Sonido
Sonoramente no destaca tanto, aunque sea notable. La banda sonora tiene un buen nivel melódico y unas canciones pegadizas, pero pasan un tanto desapercibidas entre tanta explosión y disparo. Y hablando de explosiones y disparos, se oyen con una calidad espectacular, teniendo la sensación de que me duele hasta a mí oírlas.


Banda sonora: 80/100
Efectos: 90/100
Nota: 170/200


Argumento
El argumento sorprende bastante para ser una recreativa, ya que estas rara vez lo tienen. Vendría a ser la típica lucha contra el terrorismo, pero lo bueno no es la historia, sino como la cuenta. No necesita cinemáticas ni conversaciones, solo con los graffitis que encontramos o con ver las instalaciones de los edificios en los que nos infiltramos ya podemos ver detalles que en cualquier videojuego moderno nos hubieran metido en largas cinemáticas. Sobresaliente a Taito por este pequeño detalle que hace un juego grande.
Historia: 30/50
Personajes: 15/25
Narrativa: 24/25
Nota: 69/100 
Duración
El juego no es demasiado largo, y aunque sea una recreativa se antoja demasiado corto, ya que si eres hábil no te durará más de 25 minutos. Al menos hay 3 personajes que elegir, cada cual bastante diferente tanto en movimientos como en estadísticas, lo que asegura una cierta rejugabilidad, además de que la propia calidad del título ya invita a ser rejugado.
Aventura principal: 39/50
Rejugabilidad: 27/30
Extras: 15/20
Nota: 81/100
Jugabilidad
Para empezar, hablaré de su sistema de juego, extremadamente original incluso a día de hoy. Su control es el típico de cualquier Run and Gun, pero con la diferencia que aquí no se premia el ir haciendo de Rambo, de hecho si lo haces estás muerto. Tu misión consiste en infiltrarte en un edificio matando a tus enemigos, aprovechando para ello el escenario, ya sea a base de coberturas o disparando al entorno para ayudarte en tu labor. Aunque al principio sea fácil matar a tus enemigos de un simple disparo, a medida que avanzamos el juego y nos enfrentamos con enemigos más resistentes nuestra estrategia debe cambiar completamente.
Por poner un ejemplo, puedo decir que tienes las posibilidad de disparar a las lámparas del techo, y de esa manera tus enemigos serán un poco más lentos. También puedes disparar a un barril explosivo, con la posibilidad de hacerlo rodar y explotar o hacerlo explotar al instante. Puedes simplemente buscarte una buena cobertura y matar a tus enemigos poco a poco. O incluso puedes hacerlo todo a la vez.
A pesar de que los tiroteos son bastante intensos y variados, en realidad la mejor estrategia es correr, ya que los enemigos no pararán de salir. Por ello el juego tiene un ritmo tan trepidante: debes ser rápido, pero si actúas demasiado rápido morderás el polvo.
Y aún no he nombrado lo más original y divertido: el uso de ascensores. De ellos pueden venir enemigos, te puedes desplazar tú, les puedes mandar regalitos en forma de barriles a punto de explotar... es esencial saber moverse a través de ellos con rapidez y soltura, ya que a medida que avanza el juego los enemigos los sabrán usar mejor.
Como se puede ver, jugablemente el juego es toda una bomba, y prácticamente no se le puede echar en cara ningún error, como mucho la ausencia de algún jefe final, pero se entiende que el magnífico nivel final es como en gran jefe final.
Sistema de juego: 95/100
Jodidómetro: 45/50
Vicio: 93/100
Diversión: 140/150
Nota: 373/400
Conclusión: es un juego tan excelente que prácticamente obligo a jugarlo a cualquiera que se autodenomine jugón. Se puede encontrar en el recopilatorio “Taito Legends 2” que salió hace unos años y en una excelente conversión a Sega Saturn. Por lo difícil que resultaría encontrarlo, y no hablemos de la máquina recreativa original,mi recomendación es jugarlo en el Mame, con un mando arcade (como hice yo) para jugar en todo su esplendor. 
Nota final: 879/1000
Lo mejor:
  • Original, incluso a día de hoy.
  • Su jugabilidad está medida hasta el más mínimo detalle.
  • Visualmente está lleno de detalles.
  • El sonido de las armas y explosiones es una delicia.
Lo peor:
  • Aunque no estaba mal para su momento, lo cierto es que gráficamente es normalito.
  • Se hecha de menos algún jefe final, ya que no es muy satisfactorio que los grandes enfrentamientos sean simplemente una sucesión de enemigos.
  • Un poco corto.

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