miércoles, 10 de julio de 2013

[Top 100 - Mis videojuegos favoritos] #82 The binding of Isaac


Juego infinito. Así se podría definir de forma rápida a The binding of Isaac. Su fórmula es sencilla: explora por unas habitaciones, consigue poderes y llega hasta el jefe final, lo cual puede llevar poco más de 40 minutos. Dicho así puede parecer un juego corto, pero lo repito: es un juego infinito.


Las habitaciones y los enemigos se generan de forma aleatoria, y los poderes están distribuidos de igual forma. Lo que marca la diferencia es que hay decenas de enemigos y cientos de poderes, pudiendo coincidir en una misma partida 7 u 8 poderes, y eso teniendo suerte.

Doble disparo, regeneración de salud, moscas que te protegen, acompañantes que recogen objetos, triple disparo, capacidad de volar, imán, disparos más potentes, contraataque venenoso, acompañantes que te ayudan a matar, cuádrupe disparo... Lo mejor de todo es que con muchísima suerte, todos estos poderes los puedes tener en una misma partida, teniendo de esa forma un ser horroroso pero muy poderoso. Por que sí, cada poder, aunque hayan decenas y decenas y decenas, tiene su representación visual.

Todo el rato es lo mismo. Pero mola matar a esas aberraciones endemoniadas que tenemos como enemigos. Mola explorar para encontrarte con poderes que nunca hubieras imaginado. Se puede completar en menos de una hora, pero según mi cuenta de Steam llevo 31 horas jugadas, y diría que las cuenta mal. Juego infinito.


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