viernes, 18 de abril de 2014

Crítica cinéfila - El hijo de Batman


Tras las sorprendentemente buenas adaptaciones al cine de animación de Batman Año Uno y El regreso del caballero oscuro, veía en esta pequeña sub-saga cinematográfica del hombre murciélago como algo a tener muy en cuenta, y aunque aún no he visto todas sus iteraciones en el terreno de la animación, debo decir que El hijo de Batman ha supuesto un tropiezo importante.

Para empezar, tenemos una animación muy mejorable. No es que las anteriores películas animadas de Batman fueran ningún portento en éste aspecto, pero si que al menos tenían un grado de detalle aceptable. Salvo contadísimas ocasiones, los escenarios estarán muy vacíos, sin ningún mueble, decoración, ni nada por el estilo. Por si fuera poco, las peleas están fatalmente dirigidas, algo imperdonable en la animación.


El argumento tiene una de cal y otra de arena: los personajes, como tal, son interesantes, al igual que sus motivaciones. Otra cosa es muy distinta es su construcción, siendo nula en la mayoría de protagonistas. Puede que éste sea un producto dirigido a los conocedores del cómic, pero eso no significa que hayan saltos de escenas tan bruscos (ese cambio repentino de Robin, esos intereses amorosos, esos enfrentamientos donde el dolor no importa...)

El hijo de Batman es una película hecha exclusivamente por y para fans, ya que no es más que un batiburrillo de situaciones y personajes de los cómics, pero muy mal ejecutado. Y es una lástima, porque cuando llegan los momentos más interesantes que se han visto en las viñetas consigue elevar un poco el interés, además de que la música no está nada mal. Si en lugar de buscar referencias se hubieran centrado en escribir una historia más o menos interesante (y no tan condenadamente predecible), podría haber sido algo más interesante. Tal vez es culpa mía por tener demasiadas esperanzas, pero por ahora me supone la gran decepción de lo que llevamos de año.

Nota: 3'5/10


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