Sinopsis: La profesora de Lisa está de baja, y el profesor que entra a sustituirla es tan buen docente, que Lisa se enamora de él. Intenta acercarse a él, y cuando lo hace, su antigua profesora ya ha vuelto de su baja. Paralelamente, Bart prepara una agresiva campaña de electorado para conseguir ser el delegado de clase.
Capítulo un poco extraño de calificar, ya que tiene dos tramas completamente independientes entre sí (la historia de Bart y la historia de Lisa), para en el tramo final, darle un completo protagonismo a Homer.
Comencemos con el personaje estrella del capítulo: el Profesor Bergstrom. Un personaje excesivamente estereotipado, siendo demasiado perfecto en cada una de sus facetas: es un gran profesor, es un gran orador, es atractivo hacia las mujeres, consigue calar en la memoria de los demás y siempre tiene alguna gran frase que recitar. Me resultaría muy cargante si no fuera por lo gracioso e inocente del enamoramiento de Lisa hacia el citado profesor. Especialmente gracioso es cuando se encuentra con su compañera de piso y ambas babean solo con recordarle.
Luego va la trama de Bart. Mucho más corta, pero también mucho más graciosa. Nos hace recordar al típico payasete de cada clase, el cual solía tenía un gran carisma, ya que lograba hacer que los aburridos y en ocasiones tortuosos días de colegio nos resultaran más llevaderos. Especialmente destacable me parece el momento en el que la Sr. Krabappel intenta explicar a sus alumnos como seguirle el juego puede ser perjudicial para Bart, pero se ve interrumpida por una gracia del propio Bart. ¿Quién no ha vivido una situación similar?
Y para terminar, tenemos la sección de Homer. Por un principio parece que puede estar bien, ya que cuando habla con el profesor parece que vamos a ver al Homer que todos amamos y veneramos, pero al final del capítulo acaba teniendo, atención, ¡inteligencia emocional!, todo un sacrilegio ya no para lo que vimos después, si no para lo que vimos antes.
Lo dicho, un capítulo con algún que otro momento que no está mal del todo, pero muy facilón y mal construido por lo general, además de tener un final muy poco coherente con el resto de la serie.
Mejor frase: ¡Eh!, una cosa es que me importe una gaita y otra es que no lo comprenda.
Mejor momento: Cuando Homer se sienta encima de la casa de muñecas de Lisa para crear un clima cálido en el que charlar.
Nota: 5'8/10
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