Debo reconocer que cuando jugué al primer Borderlands, me cabreé. Lo compré el día de salida para PC, como un campeón, pero para jugar a ese juego que me costó 50 euracos, debía activarlo por internet, y yo en esa época aun no disponía de internet en mi casa. Para colmo, fui a devolverlo a la tienda, pero me dijeron que no me podían devolver el dinero, ya que no se permitían las devoluciones con juegos que tuvieran clave. Al cabo de un par de meses me puse internet en casa, por lo que ya pude jugar, pero cuando lo jugaba, aún me duraba el berrinche, por lo que no lo disfruté como era debido.
Un tiempo después, cuando vi la versión GOTY barata, me animé a jugarlo, ya sin ningún tipo de enfado estúpido. Y menuda experiencia. Entre su fantástico modo multijugador online y ese espíritu de Diablo II trasladado a jugabilidad de shooter, me pareció fantástico, aun a pesar de lo repetitivo y simple que pudiera resultar. Me gustó tanto, que hasta escribí uno de esos típicos artículos de "5 razones para amar Borderlands". Aquí un enlace al citado texto.
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